Inyecciones Espinales
Dr. Juan Héctor Correa
Médico Neurocirujano y Cirujano de Columna
¿Qué es?
Las inyecciones epidurales involucran la liberación de medicamentos directamente en el área alrededor de los nervios espinales irritados que están causando el dolor.
¿Cómo es?
Existen varios tipos de inyecciones espinales, aquí te explico cada una de ellas:
1️⃣ Inyección epidural: El espacio epidural abarca desde la base de la cabeza, hasta la parte de la columna vertebral que se encuentra por debajo de las caderas.
2️⃣ Inyección facetaria en la articulación: La articulación facetaria es donde cada vértebra se conecta con la siguiente.
3️⃣ Bloqueo de rama medial: Los nervios de la rama medial son nervios muy pequeños que controlan la sensación en las articulaciones facetarias.
¿Cuándo se realiza?
Las inyecciones espinales se usan para tratar la irritación, la inflamación y el dolor de la columna vertebral. Puede ayudar a tratar síntomas como: dolor de cuello y espalda baja, sobre todo en movimiento, más dolor en la extensión de la pierna, por compromiso compresivo de una raíz lumbar.
Estos síntomas suelen ser consecuencia de:
Una hernia de disco, o algún problema con uno de los discos ubicados entre cada uno de las vértebras que forman la columna vertebral
Por inflamación de las articulaciones
Por estrechamiento de una o más zonas de la columna vertebral (Estenosis vertebral)
Conoce más sobre la Hernia Discal Lumbar y la Hernia Discal Cervical.
Recomendaciones:
Cuidados después de aplicada la inyección:
Si te duele el sitio donde fue colocada la inyección, puedes aplicarte una compresa fría en la zona. Aplícala durante 15 minutos y retírala por la misma cantidad de tiempo, por 24 horas
No te coloques nada caliente en el sitio de la inyección ni cerca de este por mínimo 24 horas
Evita la actividad y los ejercicios extenuantes, como levantar pesas o correr, durante 1 semana después de la inyección
Comunícate con tu Doctor si:
Tienes temperatura de 38.0 °C o superior
Has tenido cambios en la visión
Sientes mareo
Cambios en la actividad del intestino o de la vejiga, por ejemplo, no poder controlar los órganos
Aumento de somnolencia
Dolor de cabeza intenso que no desaparece con medicación