Diferencias entre un Infarto Cerebral y un Derrame Cerebral
Dr. Juan Héctor Correa
Médico Neurocirujano y Cirujano de Columna
El derrame cerebral y el infarto son dos tipos de ictus, muy común en mayores de 55 años.
¿Qué es un ictus? Se trata de un accidente cerebrovascular que ocurre cuando hay una rotura o una obstrucción en un vaso sanguíneo que lleva sangre al cerebro.
Es la segunda causa de muerte en los países desarrollados y la primera causa de discapacidad adquirida. Esto puede prevenirse en la mayoría de los casos, llevando un estilo de vida saludable, evitando el tabaquismo, obesidad, sedentarismo, entre otros.
Actuar de forma rápida es crucial, la atención médica al momento de identificar síntomas puede evitar que se de un ictus y causar problemas graves de salud.
¿Qué es un infarto cerebral?
El infarto cerebral se da cuando cuágulo sanguíneo bloquea un vaso sanguíneo dentro del cerebro. Este es más común, que el derrame cerebral, y puede ser de manera temporal o permanente en algunos casos.
¿Qué es un derrame cerebral?
El derrame cerebral se da cuando un vaso sanguíneo se rompe y sangra dentro del cerebro. Este es menos común, que el infarto cerebral.
Tanto el infarto cerebral como el derrame cerebral, causan entumecimiento de alguna parte del cuerpo de un solo lado.
Síntomas
Los síntomas de un infarto cerebral o derrame cerebral van a depender de la parte del cerebro que este afectada.
Estos son algunos de los síntomas que se presentan:
Confusión y dificultad para hablar.
Problemas para ver con uno o ambos ojos.
Mareo y pérdida del equilibrio o coordinación.
Dolor de cabeza muy fuerte.
Entumecimiento de la cara, brazo o pierna en un lado del cuerpo.
Al presentar alguno o varios de estos síntomas, es importante acudir al médico para recibir atención de forma inmediata y prevenir un infarto cerebral o derrame cerebral que pueda dejar secuelas en la salud de la persona que lo sufra.
¿Se puede prevenir?
Recuerda que mantener un estilo de vida saludable te ayuda a prevenir enfermedades graves que pueden aparecer con el paso de los años. Evita automedicarte y consulta siempre con tu médico de cabecera si sientes algún cambio en tu cuerpo.